tag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.comments2010-07-18T11:52:51.719-07:00Bicho, eres un bichoUnknownnoreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.post-24638001549203745582010-07-18T11:52:51.719-07:002010-07-18T11:52:51.719-07:00precioso libro... lo recibí de regalo de una linda...precioso libro... lo recibí de regalo de una linda amiga austríaca, con quien viví en Portugal y con quien converso en portugués y en español... <3 gracias por editar sus cartitasAna Lucíahttps://www.blogger.com/profile/02102743423408442944noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.post-31059745550173715962009-06-07T07:39:32.765-07:002009-06-07T07:39:32.765-07:00Una araña posicionada en el medio de su tela es un...Una araña posicionada en el medio de su tela es una presa altamente visible para aves y otros depredadores. Muchas arañas diurnas de tela espiral reducen este riesgo escondiéndose en un borde oculto de su tela, con una pata en una línea de señal desde el centro, o aparentando ser inapetecibles o incomestibles.<br /><br />Algunas especies de arañas no usan telas para capturar presas directamente, sino atacando desde escondites o persiguiéndolas abiertamente. Ciertas especies incluso balancean ambos métodos de carrera e hilado en sus hábitos alimenticios. Tejen pequeñas telas que adhieren a sus patas frontales. Luego esperan, ocultas, a una potencial presa. Al llegar tal presa, se lanzan de bruces, envuelven a su víctima en la tela y la muerden, paralizándola. De esta forma, la araña gasta menos energía atrapando a su presa que cazadoras más primitivas. También evitan la pérdida energética de tejer una telaraña completa.<br /><br />Algunas adaptaciones de la técnica en espiral consisten en generar un filamento maestro sostenido por la araña en una de sus patas. Al capturar una presa la araña tira de dicho filamento retrayendo toda la telaraña sobre la presa. Es una forma poco eficiente de caza ya que tras cada víctima debe reconstruir íntegramente la telaraña.<br /><br />Algunas arañas son capaces de utilizar la técnica de hilo de monitorización sin necesidad de tejer una tela en absoluto. Numerosos tipos de arañas de agua posan sus patitas en la superficie del agua (de forma similar a la utilizada por arañas de tela espiral). Cuando un insecto cae en el agua y es atrapado por la tensión superficial, la araña puede detectar estas vibraciones y correr a capturar la presa.<br /><br />Algunas arañas como la viuda negra, tejen sus telarañas en hilo vertical, es decir crean hilos verticales paralelos entre ellos formando una telaraña de tres dimensiones. Para ello necesita espacios cercanos al suelo que acondicionen dicha técnica como por ejemplo troncos de árboles huecos. Las víctimas se impregnan de dichos hilos. Quedando totalmente atrapadas en el posterior forcejeo de escape.<br /><br />Algunas arañas son capaces de emitir feromonas de algunas especies de polilla. Su técnica consiste en generar un hilo de seda con una bola de pegamento en un extremo. Al atraer a sus víctimas con dichos olores la araña gira el lazo y les asesta un golpe dejando a su víctima atrapada. Existen otras arañas que utilizan su seda para crear un escondite. En cuanto una presa se aproxima la araña sale de su tienda de camuflaje para abalanzarse sobre su víctima.<br /><br />Texto extraído de http://es.wikipedia.org/wiki/Telara%C3%B1aBicho,eres un bichohttps://www.blogger.com/profile/01068961573841548243noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.post-82817887533195543922009-06-07T07:25:31.680-07:002009-06-07T07:25:31.680-07:00Una telaraña es una estructura construida por una ...Una telaraña es una estructura construida por una araña con su seda de araña proteica, a través de sus hileras.<br /><br />Ciertas arañas tejen telas en forma de embudo, otras en forma de hoja e, incluso, otras tejen las telas espirales que son comúnmente asociadas con el orden. Estas telas pueden<br /> ser hechas con seda pegajosa de captura, o con seda "peluda" de captura, dependiendo del tipo de araña. Las telas pueden ser en un plano vertical (como la mayoría de telas espirales), un plano horizontal (telas de hoja), o en cualquier ángulo intermedio. Algunas telas, especialmente las de la familia de telas de hoja, presentan irregulares enredos de seda sobre ellas. Estas sirven para desorientar e interceptar insectos voladores, haciéndolos más vulnerables a ser atrapados en la tela inferior. También pueden ayudar a proteger a la araña de predadores aéreos como aves y avispas.<br /><br />Las arañas tienen diferentes glándulas de hileras localizadas en el abdomen que producen los hilos de seda. Cada glándula produce un hilo para un propósito especial. Se han identificado siete tipos de glándulas hasta ahora, aunque cada especie de araña posee sólo algunos de estos tipos, nunca los siete simultáneamente.<br /><br />Las telas permiten a la araña atrapar a su presa sin tener que gastar energía cazándola. Por tanto, es un método eficiente de recolección de alimento. Por otro lado, construir una telaraña es en sí un gran gasto de energía debido a la gran cantidad de proteínas requeridas, en la forma de seda. Aunado a esto, luego de un tiempo la seda perderá su adhesividad y se hará ineficiente para capturar presas. No es raro ver arañas que consumen su propia red diariamente para recuperar parte de la energía utilizada en el hilar.<br /><br />Algunas sedas de araña son más fuertes que acero del mismo grosor; la microestructura del material está siendo investigada por aplicaciones potenciales industriales. Se ha comprobado que la telaraña resiste mas que un hilo de acero. La araña, luego de hilvanar su tela, esperará sobre o alrededor de la ésta, esperando a que una presa sea atrapada. La araña puede sentir el impacto y forcejeo de una presa por las vibraciones transmitidas a través de las líneas de tela. Dichas telas contienen filamentos curvos suspendidos en el pegamento utilizado para atrapar sus presas. De este modo reducen el riesgo de quebrar la telaraña al atrapar insectos de gran tamaño ya que el filamento curvo se expandirá en el momento del impacto absorbiendo la tensión desencadenada.<br /><br />Las arañas no suelen adherirse a sus propias telas. Sin embargo, no son inmunes a su propio pegamento. Algunas partes de la tela son pegajosas, mientras que otros no. Por ejemplo, si una araña ha decidido esperar alrededor de los extremos de su tela, puede hilvanar una línea hacia el centro de hilo no pegajoso para monitorizar el movimiento en la tela. Las arañas deben ser muy cuidadosas y únicamente moverse en los hilos no pegajosos en sus telas. Para ello tienen una glándula especial en sus patas.<br /><br />Texto extraído de http://es.wikipedia.org/wiki/Telara%C3%B1aBicho,eres un bichohttps://www.blogger.com/profile/01068961573841548243noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.post-24658859858314498782009-02-21T01:55:00.000-08:002009-02-21T01:55:00.000-08:00Durante el festival VEO, un grupo de personas, baj...Durante el festival VEO, un grupo de personas, bajo el nombre de Laboratorio, se dedican a asistir, comentar, discutir y generar pensamiento crítico sobre de los contenidos del festival. Se acercaron la tarde del miércoles a ver la pieza y, como la mayoría de los espectadores y espectadoras de ese día, participaron también en el coloquio posterior. Este grupo "itinerante", publica sus reflexiones en un blog. <BR/>Éste es el enlace a los comentarios sobre "Bicho, eres un bicho":<BR/>http://reflexionesybalidos.blogspot.com/2009/02/impresiones-pie-de-obra-bicho-eres-un.html<BR/><BR/>Tal y como se comenta en uno de los posts referentes a "Bicho, eres un bicho", en la pieza "el espectador como agencia reflexiona sobre nuevas formas de sociabilizarse" y es precisamente eso, un posible sistema de relaciones sociales, lo que toda performance contemporánea plantea y a lo que el Laboratorio parece apuntar. La pregunta que nos podemos hacer es qué relaciones sociales deseamos ver reflejadas.<BR/><BR/>El Laboratorio continúa a pesar de que el festival VEO ha llegado a su fin.<BR/><BR/>IsabelIsabel de Naveránhttps://www.blogger.com/profile/02194381339582826933noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3093001320331039172.post-83341011181577495582009-01-26T06:12:00.000-08:002009-01-26T06:12:00.000-08:00Horizontalidad que se rompe por el fado de Filipa,...Horizontalidad que se rompe por el fado de Filipa, vertical<BR/>Imagen movimiento<BR/>Afectos<BR/>Onda luminosa, interacción molecular <BR/><BR/>...El mito de Aracne me a hecho recordar un detalle que viene al caso. Se le convirtió en araña para castigarle, y al hacerlo se le dijo: tejerás los tapices más perfectos, pero siempre desaparecerán. Es precisamente el sino de la performance, no te parece?...<BR/>Bicho, eres un bicho<BR/><BR/>¿Quién es ese al otro lado de ti?<BR/>T.S. ELLIOT<BR/>La tierra baldía<BR/><BR/>Tejer palabras con retorno, lanzadas al hilo de la voz en una carta. Tejer palabras prófugas e intentar atraparlas con el cuerpo. Las palabras generan un movimiento circular en Dueto. Pasan de la mano a la carta que será enviada, de la carta a la boca cuando son leídas y de la boca a la mano en el acto de tejer mientras son narradas en escena. La dirección del movimiento circular sería: mano- (cuerpo- cabeza)- carta- (cuerpo- cabeza)- boca- mano.<BR/><BR/>Podríamos preguntarnos quién teje la malla en Dueto, quién hace que el hilo rojo cubra el espacio escénico sobre las cabezas de las personas que presencian la pieza, como si fuera una tela de araña: las manos tejedoras de Idoia Zabaleta y Filipa Francisco o las palabras trenzadas en las cartas que las dos se han estado escribiendo durante meses como parte del proceso de creación de la pieza. Podríamos decir que ambas: manos, por tanto cuerpo, y palabras, también cuerpo, se imbrican hasta confundirse en escena. Manos y palabras se deslizan por los hilos de la malla horizontal y el público, sentado en sillas situadas en el escenario de manera calculada para ello, no puede evitar caer en la trampa. <BR/><BR/>Sueño de Aracne<BR/>Una breve mirada hacia atrás para adentrarnos en algunas representaciones relacionadas con la acción de tejer. La mitológica, El sueño de Aracne narrado en la Metamorfosis de Ovidio. La joven Aracne retó a la Diosa Atenea, inventora de la rueca, a tejer el tapiz más hermoso. Atenea respondió a la ofensa y convirtió a la joven en araña, condenándola a tejer eternamente. Mito clásico que, por ejemplo, Velázquez llevó al lienzo en las Las hilanderas. El tejer ha sido relacionado con la espera en películas como La lengua de las mariposas o Como agua para el chocolate. Tejen, pero a máquina, en algunas escenas de Maeterlinck y las cientos de mujeres asiáticas forzadas a trabajar sin levantar cabeza, escena que hemos visto en filmes y que aún hoy pertenece a la realidad cotidiana de muchos países. También en Tierra de Julio Médem el hilo, en este caso telefónico, es conductor de palabras secretas y tal vez sean secretas las conversaciones de las mujeres que remendan redes de pescadores en algunas localidades costeras. <BR/><BR/>Filipa Francisco e Idoia Zabaleta tejen a mano, con el movimiento de sus cuerpos, con el hilo rojo de los rollos que sujetan a la altura del pecho cual arañas.<BR/><BR/>El texto como tejido <BR/>Además de ser una de las primeras metáforas de la escritura (texto, viene de texere, tejer), tejer es también sinónimo de fertilidad. Y como narra una de las cartas de Dueto para André Lepecki “crear una pieza sería lo más parecido a coser lentamente, coser lentamente y ver el diseño que sale de ese bordado”. Sin duda éstas cartas se han cocido a fuego lento, en la intimidad de la mano y del papel, en esa espera que pertenece ya a otro tiempo. Y las dos creadoras se han tomado también su tiempo para decidir los elementos que han querido situar en el bordado, que en este caso se convierte en su espacio escénico, y jugar con ellos. <BR/><BR/>Las voces de Idoia y Filipa juegan a confundir al espectador continuamente: “De repente nos dábamos cuenta de tú no eras tú y yo no era yo. Habíamos intercambiado de cuerpo. Las personas te miraban como si fueses Idoia y a mí como si fuese Filipa”. Filipa lee en voz alta extractos de las cartas que Idoia le ha escrito. Idoia lee en voz alta extractos de las cartas que Filipa le ha escrito. Podrían haber leído sus propias cartas, imitando la voz que escribe, como una voz en off, pero el efecto no sería el mismo. Con la puesta en escena que han generado, tejer con hilo rojo mientras narran sus cartas, llega un momento que no sabemos quién está leyendo la carta de quién, de quién es la voz narradora, a quién pertenecen los sueños o el catálogo de piezas imaginarias que se despliega en escena. Y éste es el juego: confundir los límites, hacer que interior y exterior se desborden, “desbordar, desaparecer el borde”.<BR/><BR/>Emisora y receptora se van emborronando mientras la malla que ellas tejen sobre nosotros se tensa. Con cada movimiento se va acotando el espacio (reticular) entre los hilos. De esta manera demarcan nuestra mirada hacia el exterior, y nuestro ángulo de visión se centra en seguir hipnóticamente sus movimientos en el espacio que se conforma entre las sillas y la malla-techo roja. Ya no hay interior y exterior, alguien se ha encargado de teñir de rojo las referencias espacio/ temporales que teníamos antes de sentarnos en una de las sillas. Hemos caído en la tela de palabras y movimientos.<BR/><BR/>A veces las cartas se escriben sin saber si serán enviadas. Cuando se envían nunca se sabe si llegarán a su destinatario. Las cartas son preguntas lanzadas al aire que tal vez no tendrán respuesta, inician un diálogo abierto a lo imprevisible. Es lo que Idoia y Filipa han llevado a escena: un diálogo entre interior y exterior, a veces en forma de monólogos cruzados, que también nos lleva a preguntarnos “quién es ese/aquel al otro lado de ti”, una de las maneras de penetrar en nuestra percepción, en nuestros estratos de memoria e inconsciente. Cada vez que escuchamos o leemos una narración sugestiva, poética, se desencadena un proceso en el que tratamos de adaptar nuestra sensibilidad al mundo emotivo propuesto en el texto. <BR/><BR/>Fagocitosis y alteridad<BR/>“Anoche soñé que tenía tu cuerpo dentro del mío. Recortarte dentro de mí, recortarte alrededor de mí”. Comerte, devorarte. Podría ser una declaración de intenciones, también una declaración de amor. Dueto arranca en el umbral de una puerta. Una mano desconocida dibuja los contornos de un cuerpo sobre un papel blanco. Distinguimos el sonido del pincel en el bote de pintura. Las líneas negras avanzan por los bordes del cuerpo hasta cerrar el dibujo. Tras una breve silencio, un sonido leve. Algo está rozando el papel, sube y baja, sube y baja. Algo humedece el papel y lo atraviesa: una lengua y una boca intentan devorar el dibujo, agujerean el papel. Cuando Filipa termina su acción, el agujero del papel nos invita a cruzar el umbral de la puerta. El público se encuentra con las sillas en el escenario, dispuestas de manera aparentemente arbitraria. Idoia espera sentada y desnuda en una de las sillas. Pone su atención en la puerta, sin fijar la mirada. El sonido y la iluminación nos sumergen en una atmósfera sensual y sugestiva. Idoia parece una figura de cera, la luz empalidece su piel. Una vez que todas las personas ocupan su asiento, empieza a moverse. Saca aguja e hilo y, aprovechando una cavidad en su pierna, pasa el hilo por el orificio. Su movimiento se hace arácnido cuando se levanta de la silla y a medida que se aleja del público deviene más animal. <BR/><BR/>Tras un silencio suspendido escuchamos la voz de Filipa que anuncia la primera carta: “querida Filipa”. A partir de este momento, el movimiento de las dos creadoras no sigue a las palabras o lo que éstas puedan sugerir: ellas ya son sus palabras, las palabras ya están en sus cuerpos. Podría decirse que se mueven dejando atrás el relato, lo han depositado en sus cuerpos. Y las palabras que llegan a ser cuerpo, que adquieren volumen, aumentan nuestra capacidad receptiva: no sólo son escuchadas, sino que se convierten en hápticas, podemos tocarlas. Nos encontraríamos, entonces, en un terreno de la percepción que permite a las creadoras inyectar sus palabras en los cuerpos de los espectadores. Así, cuando nos cuentan que han soñado que una estaba dentro de la otra o Filipa devora la silueta de Idoia al inicio de la pieza, no sólo se están comiendo a sí mismas y a todo lo escrito en sus cartas, sino que las personas presentes también se sienten un poco devoradas. <BR/><BR/>“Tengo una extraña sensación, me olvido de mis cartas y pienso que las que yo te escribí son las que tú me escribiste”, explica Filipa en un momento de la pieza. Y en ese momento ya no tenemos dudas sobre la intimidad que ha generado esta relación epistolar.<BR/><BR/>La complicidad e intensidad logradas a partir de la correspondencia entre creadores han dado lugar a obras en diversos formatos. A partir de la pregunta, ¿cuál puede ser nuestro próximo proyecto? John Berger pidió a John Cristie que le enviará un color y así empezó su relación epistolar que luego fue publicada bajo el título Te mando este rojo cadmio. Los cineastas Abbas Kiarostami y Victor Erice mantuvieron un diálogo creativo en forma de cartas filmadas y el resultado fue presentado en una exposición. También las creadoras brasileñas Ligya Clark y Hélio Oiticica alimentaron un intenso diálogo artístico- epistolar a lo largo de sus carreras. <BR/><BR/>Las cartas que se han escrito Filipa e Idoia tienen una vocación transgresora. Permiten que interior y exterior se desborden, en parte por la explicación de los sueños y de las piezas imaginarias, y cuando las cartas son escenificadas hacen que nos preguntemos si fagocitarse, comerse mutuamente, en un sentido metafórico y carnal, no será la mejor manera de atravesar los límites entre el yo y el otro al que deseamos llegar. <BR/><BR/>lo estroboscópico, la sugestión<BR/>Si los hilos de la malla se convirtieran en halos de luz, nuestra mirada se trasladaría de un lado a otro, en un movimiento estroboscópico. No hay tal efecto de luz en la pieza. Pero el imaginario que Idoia y Filipa han estado alimentando a través de sus cartas funciona de manera estroboscópica, es decir, con puntos de luz discontinuos generados por las líneas narrativas que aparecen y desaparecen en las cartas. <BR/><BR/>En algunos momentos el imaginario de Dueto recuerda al de Clarice Lispector, quien convirtió sus escritos en puro movimiento. Hélène Cixous describe así la escritura de la autora brasileña: “Clarice, abre: ventana: da por entero al mundo entero hablando, arco sin paredes, donde resuenan las quince mil lenguas en las que supo escuchar a los seres que le confiaban el secreto de su destino. Hay que permanecer durante unos instantes profundos como infancias, apoyada el borde del espacio, para comprender lo que cada cosa quiere decirnos vitalmente importante”. Lispector, maestra de la sugerencia y de los vericuetos de la palabra impredecible, logró lo que tantos escritores buscan: que los lectores intervengan directamente en la creación de significado. Ya advirtió Roland Barthes de que frente al lenguaje fijo y dogmático del texto cerrado, escribir se presenta como acto que puede superar el propio texto. El texto que no permite la entrada inteligente y activa de los lectores es dogmático; no lo es el texto sugerido, el que puede ser reescrito. La sugestión hace que lo fragmentario, que a veces corre el riesgo de caer en la arbitrariedad, se transforme en unidad, en verdadero sentido de las palabras. <BR/><BR/>El imaginario que Idoia Zabaleta y Filipa Francisco generan crece en manera proporcional a la capacidad de asociación, es decir, a la imaginación de las personas en escena. La red de palabras y movimiento que las creadoras construyen tiene poco que ver con el hipertexto virtual. Nos encontramos ante un imaginario desbordante con puntos de luz discontinuos, un juego de luces y sombras en el que nos adentramos sin necesidad de quedarnos en el umbral. <BR/><BR/>En el juego de tensiones que propone Dueto se han imbricado cuerpos, cartas, texto, hilo, tejido, interior- exterior, sugestión. Hacia el final de la pieza las palabras de Filipa “bicho, eres un bicho” podrían sonar como un maleficio, pero en realidad, en ese momento, tienta tumbarse sobre el montón de hilos rojos formado con las mallas tejidas en todas las escenificaciones de la pieza y al que las creadoras llaman “el animal”. Tumbarse sobre el mullido animal y quedarse así, un largo rato, contemplando la constelación de palabras y movimiento que se ha desplegado sobre nosotros.<BR/><BR/><BR/>Ixiar Rozas<BR/><BR/>Ixiar Rozas es escritora, dramaturga y directora artística de los encuentros Periferiak. Publica narrativa, poesía, teatro, artículos y realiza la serie de documentales Humano caracol. Participa en el proceso de creación de la pieza escénica y la publicación del libro 4 itinerarios y otras fotos. Su proyecto más reciente es la colaboración con las coreógrafas Idoia Zabaleta y Filipa Francisco en Bicho, eres un bicho.Bicho,eres un bichohttps://www.blogger.com/profile/01068961573841548243noreply@blogger.com